martes, 13 de diciembre de 2011

Hombre ebrio mata a su mujer

Sábado, 17 de Septiembre 2011
wwww.correodelcaroni.com.ve.Por Redaccion

Charlie Gregorio Valdéz, de 30 años, dominado por los efectos del alcohol declaró ser culpable por el homicidio de su esposa. Contó a los efectivos del Centro de Coordinación Policial Francisca Duarte que en medio de una discusión Rosiris Del Valle González, de 34 años le disparó en el cuello.

El testimonio del presunto homicida se efectuó una hora y media después del asesinato, porque el individuó salió de la habitación y se dirigió hasta la casa de su familia para pedir asesoría. Afortunadamente, estos recomendaron afrontar la situación para que al momento de recibir la condena su declaración sea un atenuante en la pena y, al poco rato Charlie hablaba con los uniformados, mientras afuera de la comisaría esperaba la familia.

“Toma tu pistola”
En el sector Primero de Mayo, específicamente en la calle 7, frente al liceo Simón Bolívar de San Félix, se produjo el asesinato. Ella aguardaba junto a sus hijos la llegada de su espero, pero este apareció ebrio a las 8:00 de la noche.

Después de comer todos en la mesa, se fueron a dormir y en la cama fue donde se produjo la discusión entre los concubinos.

Él se levantó y aseguró que se marcharía, recogió algunas de sus cosas, las metió en un morral y observó sobre el armario el revolver cargado, lo tomó y le dijo sin titubear a Rosiris, “toma tu pistola”. La dama extendió sus manos, pero antes de poder tomar el arma se escuchó el tiro y cayó al suelo con una herida mortal en el cuello.

Estas fueron las declaraciones de Charlie, quien asegura recordar con pocos detalles cuándo disparó, pero si menciona que arrojó el arma en una zona boscosa mientras caminaba hacia la casa de su familia, la cual era calibre 38 milímetros.

Después de escuchado el testimonio, los oficiales procedieron a dirigirse hasta la calle 7 del sector Primero de Mayo y constataron que el cadáver aún yacía inerte en la sala de la vivienda. También intentaron ubicar el arma homicida, pero no pudo ser localizada, porque Charlie no recordó el lugar exacto donde la arrojó.

Pesquisas del Cicpc se presentaron en el sitio y colectaron el único casquillo que quedó en la escena, además se entrevistaron con los testigos para corroborar las versiones ofrecidas por el homicida, indicando haber escuchado la discusión, pero sin inmiscuirse porque aparentemente ellos acostumbraban a pelear en las noches y después amanecían de buen humor, explicaban los vecinos.

Trabajaba en Tocoma

Deivis González, hermano de Rosiris, comenta que él y la víctima tenían poca comunicación, pues él vive en Upata y no viaja con frecuencia a Ciudad Guayana; sin embargo, informa que el arma de fuego no era de su hermana, como lo hizo ver el esposo.

“Ella tenía más de nueve meses trabajando en el Complejo Hidroeléctrico de Tocoma como almacenista y no tenía necesidad de estar armada, aún cuando ese tipo dijo que la compró para defenderse, pero no es cierto”, comenta Deivis en la subdelegación del Cicpc, Además desconoce el motivo de la discusión entre su hermana y Charlie.

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