lunes, 11 de junio de 2012

Adolescencia consciente

Diogelis Pocaterra
dpocaterra@correodelcaroni.com
Domingo, 10 de Junio de 2012


Sinaed Peña estudia quinto año de bachillerato en el Liceo Nuestra Señora Madre Betania. Para ella, temas como el consumo de drogas, el embarazo precoz y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son sumamente importantes. Precisamente, para evitar padecer de alguno. 

Pero su preocupación va más allá. Sinaed quiere llevar esta información a jóvenes y adultos que desconozcan sobre esto. 

¿Cómo lograrlo? La respuesta es fácil: a través de la difusión del conocimiento aprendido en el club de adolescentes. Un espacio donde estudiantes del último año de bachillerato se instruyen sobre temas que afectan a la juventud. 

Este programa es llevado a cabo por el Distrito Sanitario II. Tiene como finalidad profundizar en el aprendizaje de ciertos tópicos manejados de manera superficial en las aulas de clases y para que los estudiantes se conviertan en multiplicadores de conocimiento. 

Los muchachos comparten la información en centros de la red ambulatoria, así como en centros comerciales. También ofrecen actividades en sus instituciones. Aprenden y enseñan sobre el VIH/Sida, ETS, embarazos a temprana edad, consecuencias del consumo de drogas y de alcohol, entre otros. 

Tres clubes de adolescentes 
La coordinadora del Programa de Atención a la Madre, Niños y Adolescentes del Distrito Sanitario II, Enis Marval, comenta que el proyecto está basado en un programa implementado en Bogotá, Colombia. 

“Hace dos años viajamos hasta Bogotá para capacitarnos y reunirnos con los encargados del proyecto. Luego invitamos a los voceros a Venezuela con la finalidad de capacitar a nuestro personal y reproducir el modelo bogotano”.



Resalta que en el vecino país ha dado buenos resultados, y en Ciudad Guayana espera que sea similar, en beneficio de la población adolescente.

Marval cataloga de positivo que los jóvenes se interesen por estos temas, más todavía cuando son ellos mismos quienes desarrollan las exposiciones y enseñan a los demás a prevenir estas situaciones.

“Es mejor cuando los mismo adolescentes son los que te explican y hablan sobre el tema, porque se han preparado para hacer esto”, afirma.

Cada club se forma con estudiantes de liceos que estén cerca de un ambulatorio, para facilitarles el traslado y las visitas.

En el municipio Caroní funcionan tres clubes de adolescentes. Uno en el ambulatorio de Castillito, otro en Unare (ambulatorio de Barrio Guayana) y el recién fundado ambulatorio Gran Sabana, de Core 8.

José Ángel Figueroa forma parte de éste último. El joven estudiante de quinto año de bachillerato, del liceo Nuestra Señora Madre Betania, se siente satisfecho con la responsabilidad de fomentar la cultura de prevención en otros.

Enseñanza comunitaria 
Marval asegura que la dinámica para crear los clubes es sencilla. En principio, los promotores de salud de los centros asistenciales van a los liceos a llevar la información, luego los jóvenes hacen varias visitas durante un mes al ambulatorio que le corresponda para instruirse.

Finalmente, una vez a la semana, estudiantes ofrecen charlas y tienen contacto con la comunidad que asiste al centro asistencial.

Otras actividades contempladas para difundir la información son las visitas a los centros comerciales, donde reparten trípticos sobre embarazo y ETS. Los alumnos del club que funciona en el ambulatorio Gran Sabana asistieron, a finales de mayo, al Plaza Atlántico Mall.

El objetivo del Distrito Sanitario II es promover una adolescencia sana y completa.



Seguirán formando clubes de adolescentes
La coordinadora del Programa de Atención a la Madre, Niños y Adolescentes del Distrito Sanitario II, Enis Marval, informa que ya impartieron directrices en los ambulatorios del municipio Caroní para adoptar este nuevo mecanismo de educación.

El siguiente paso, es que personal capacitado haga contacto con los planteles cercanos para desarrollar el proyecto en cada centro asistencial.

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